La perdición de cualquier amante del chocolate, léase Tarta Sacher.

¡Deliciosa!, ¡Qué buena!, ¡Increíble!, ¡Fantástica! y onomatopeyas del tipo ¡uumm!. Son la clase de piropos que recibe está tarta cuando alguien la prueba.
Y es que no es de extrañar, ya que el contraste entre la cobertura de chocolate y las planchas de bizcocho (las cuáles están unidas por una suave capa de mermelada de albaricoque) es absolutamente maravilloso.

Y como dice el refrán que una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo la prueba.


La receta que utilizé fue una adaptación del libro Dulcería El Almirez, por si no lo conocéis El Almirez es un Grupo Gastronómico de Cádiz, os invito a visitar su web. Eso sí , os recomiendo visitarla con el estomágo lleno, porque aunque de todas maneras se os hará la boca agua, será más llevadero si acabáis de comer algo.
Bueno, y sin más divagaciones vamos con la receta:

Ingredientes para la preparación de las planchas de bizcocho

-100 gr. de chocolate negro troceado (yo utilicé uno con 70% de cacao)
-250 ml de agua
-125 gr de mantequilla en pomada
-250 gr de azúcar (se puede usar azúcar blanquilla, o azúcar moreno)
-3 huevos
-150 gr de harina leudante (se llama también harina bizcochona, esta harina ya lleva incorporada la levadura)
-25 gr de cacao en polvo
-60 gr de almendras molidas
-100 gr mermelada de albaricoque
-50 gr de chocolate fundido

Ingredientes para la cobertura

-200 gr de chocolate negro troceado, se puede utilizar el mismo tipo que el utilizado para el bizcocho.
-160 ml de nata líquida especial para postres

Modo de preparación

- Precalentar el horno a 160ºC , y enharinar dos moldes de 22cm ( sino tenéis dos moldes iguales habrá que hacerlo en 2 tandas o bien cortar después el bizcocho con una lira)
- En un cazo desleír el chocolate con el agua y remover hasta que el chocolate se funda por completo.
- Batir la mantequilla y el azúcar con las varillas hasta que la mezcla quede esponjosa, a continuación incorporar los huevos uno a uno. ATENCIÓN  si se os corta la mezcla, no hace falta que os pongáis en tono dramático y digáis  A DIOS PONGO POR TESTIGO DE QUE JAMÁS SE ME CORTARÁ LA MEZCLA DE UN BIZCOCHO. Esto se arreglará más adelante.
- Añadir a la mezcla anterior (la que tenía la mantequilla + azúcar + los huevos) la harina SIEMPRE tamizada, el cacao, las almendras molidas y el chocolate que previamente habiamos fundido. Mezclar bien y verter sobre el molde o moldes enharinados.
- Hornear durante aproximadamente 1 hora, después dejarlo reposar durante 10 minutos y luego desmoldarlo sobre una rejilla.
- Calentar la mermelada de albaricoque y extenderla sobre una de las planchas de bizcocho, luego colocar la otra encima.
- Para preparar la cobertura tan sólo hay que fundir al baño maría el chocolate junto con la nata.

Y ahora viene la parte más divertida y a la vez apetitosa.

Colocar el bizcocho en una rejilla y debajo de ésta poner un recipiente que sea más grande que el diámetro del bizcocho. El recipiente que coloquemos debajo de la rejilla tiene que ser un plato, fuente o similar para poder rebañar el chocolate que vaya cayendo.
Pues efectivamente tal y como os imagináis lo que tenemos que hacer es ir vertiendo el chocolate fundido caliente directamente del cazo al bizcocho, sin pensarnoslo dos veces y teniendo cuidado de que el chocolate vaya cayendo por los lados también, cubriendo así toda la tarta.

¡Y listo!

PD: Os sugiero que en el momento de cuajar, dejarla a temperatura ambiente, ya que, si la meteis en el frigorífico el chocolate sudará.

Bueno y por si todavía no os he convencido para que la hagáis, ahí va otra fotito.



¡Nos vemos en la siguiente entrada!



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