Cupcakes de tarta de queso de chocolate (aka he muerto y estoy en el paraíso)

¡Listos para hincarles el diente!



Sí lectores y lectoras, esta receta tiene dos nombres: Cupcakes de tarta de queso de chocolate o He muerto y estoy en el paraíso.

Ambos nombres los podéis usar indistintamente dependiendo de la ocasión. ¿Cómo? ¿No creéis que en un solo papelito de cupcake pueda caber tanta delicia de sabor? Pues sí, os doy mi palabra...



Bueno mejor dicho os doy la receta:




Receta de He muerto y estoy en el paraíso o Cupcakes de tarta de queso de chocolate. (Receta del libro Saved by cake de Marian keyes, el cuál recomiendo totalmente).

Ingredientes

- 100 gr. chocolate negro (mínimo 70% de cacao)
- 250 gr. queso mascarpone
- 200 gr. queso tipo Philadelphia versión no light , repito no light
- 100 gr. azúcar caster
- 2 huevos
- 1 teaspoon de extracto de vainilla
- 100 gr. pepitas de chocolate negro

Requete Ñam
Preparación

Preparamos nuestra bandeja de 12 cupcakes con los papelitos, y encendemos el horno a 150ºC.
Derretimos el chocolate negro (no las pepitas) de la forma que más coraje nos dé :)
Batimos los 2 tipos de queso, y añadimos el azúcar, los huevos y el extracto de vainilla. Batimos todo de nuevo.

Añadimos el chocolate derretido y mezclamos bien, ahora podemos hacer dos cosas, rebañar con el dedo o la espátula el chocolate que ha quedado en el recipiente en el que hemos derretido el chocolate o lo reservamos y cuando tengamos nuestros cupcakes en el horno procedemos a rebañar, eso ya lo dejo a elección de cada persona ;)
Por último añadimos las pepitas de chocolate a la mezcla anterior, intentando con cuidado de no remover demasiado la mezcla, distribuilas uniformemente.
Rellenamos los papelitos hasta casi el borde, no temáis en realidad esto no son cupcakes sino tarta de queso así que no van a subir como los cupcakes habituales.

Llegados a este punto vamos a hacer una cosa, que al principio os asustará pero es más fácil de lo que parece. Vamos a introducir nuestra bandeja de cupcakes en una bandeja más honda la cuál llenaremos de agua templada, no caliente, hasta rellenar unos 3/4 de nuestra bandeja de cupcakes. Y de esta manera hornearemos nuestros cupcakes en el horno.

Como siempre hacemos la prueba del palillo, para comprobar que nuestros cupcakes estén listos. Cuando los saquemos del horno, los dejamos una hora que se asienten en la bandeja de los cupcakes y luego al frigorífico toda la noche.
¡Quién fuera ese tenedor!



Así a la mañana siguiente tendremos una motivación más para empezar nuestro día.

Comentarios

  1. Eso si que es una motivación para empezar un dia, "¡Quien fuera ese tenedor!" me ha encantado, genial as usual :D

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